Una boda en Belalcázar, nos hizo buscar alojamiento por los lares... elegimos el hotel rural Miguel Ángel, nos pareció tener buena pinta por internet y no nos equivocamos.
Al llegar el hotel estaba abierto, pasamos a la recepción pero no había nadie, tuvimos que llamar a un número de teléfono que dejaron por allí y al ratillo vino la chica que nos atendió.
La habitación era grande, muy limpia, nueva y muy bien cuidada. Los cuartos de baño en las habitaciones de los hoteles es algo que me obsesiona, y me gusta que estén limpios y no sean tipo "baño de mi abuela", con este hotel volvimos a acertar respecto a este tema.
La cuna que nos pusieron en la habitación era tipo "cuna de viaje" como las que suelen poner en los hoteles, pero me encantó que tuvieran el detalle de poner sábanas y mantas de bebé. La cunita parecía nueva, la gente es q es superguarra y se ve que meten a los niños con los zapatos en las cunas y luego están muy sucias xq los hoteles parecen no preocuparse de que estén sucias. Bueno, éste no es el caso y la cuna estaba impecable.
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